domingo, 28 de agosto de 2011

Recordar.

Aprendes de ellos; o más bien, recordas gracias a ellos. Te recuerdan sin querer a valorar, a querer, a sorprenderte. Tienen una inocencia que te abruma. Gritan, ríen, corren, se pelean y se abrazan.
Cada sonrisa es como 17 abrazos juntos. Cada abrazo son 1000 caricias. 
Son fantásticos, ocurrentes. Son maravillosos y divertidos. Son lindos, dulces y te recuerdan como abrazarte a la vida.



domingo, 21 de agosto de 2011

Sin lamentos, ni reproches.

Yo, que te di todas mis noches a vos, sin lamentos ni reproches. Te di, en las noches y los días, mis mejores melodías en las olas más tremendas de mi vida. Yo te espero todavía, yo creo que el olvido es una fantasía. Y así, destinado a padecerte sigo loco como siempre,inventando lo que sea para verte.


Bailá tu milonga preferida, que está oscuro todavía, que amanece y se nos acaba la vida.


Better served with: Pastillita del olvido - Tan Biónica

jueves, 4 de agosto de 2011

Dejame.

Impulsivamente, cuestiones de natura, quisiera desarmar la luz y así lograr que tu imagen se congele en mis pupilas; antes de que la primavera llegue y derrita lo poco que queda de corazón en mi.
Tu aliento, tu presencia, son una supernova que me quiebra las costillas; mis latidos crecen sin medida y la nota envuelve mis puños. Me cuesta respirar; y aún así, no puedo luchar contra esta sensación, este grito nuevo que quiebra, desarma y desnuda mi voz.
Casi de manera instántanea estaciono mi vergüenza, con los frenos arañando mi orgullo. La guerrera que se refugia en mis ojos ya no puede sostenerse. La golpearon fuerte, tan fuerte en las rodillas. Está a punto de desvanecer.
Mientras el caramelo resbala por mis labios, sobrándote, quisiera poder correr y esconderme y a la vez quisiera ocultarme de vos, dentro de tu boca. Y así que el refugio tibio de tus manos me adormezca. En esa cuna podría soñar, aún con los párpados arriba y la mirada atenta; atenta, solo, para memorizar cada una de tus sonrisas. Esas, las mismas que te hacen sentir débil, ya te hicieron ganar varias batallas.
No sería nuestra culpa arruinarlo todo. No. Ni fracasar. Ni huir. Aunque los ladrillos ya están ahí, y podríamos construir una pared, si querés.... o un puente, y pasar vos de allá a acá, yo de acá a allá. No nos dejemos afuera, se necesitan, siempre, dos.
Dejame leer los testamentos de tu cabeza, dibujarme con tu piel, escalar las montañas del "cuán únicos  somos". Dejame verte azul y verde, rosa y amarillo. Dejame llenarte, hundir mi mano en tu pelo. Dejame vivirte una y otra vez.
Dejame lo que quieras, mostrame lo que te guste; lo importante es que no voy a dejar que se me escapen mas segundos sin robarte otro gramo de eternidad.