lunes, 21 de noviembre de 2011

P.A.P.Á.

No termino de entender qué o por qué siempre las cosas se dieron así. Nunca entiendo por qué no soy lo suficientemente buena para importarle, para que me cuide.
Los años pasan y me peleo, em arreglo, me vuelvo a pelear con Él sin que siquiera se de cuenta. Y voy y parece el mejor y toda esa mentira dura dos dias.
Hay gente que no puede cumplir con lo que la vida le demanda; pero yo no lo pido nada, solo constancia.
A veces creo que ya está, que ya pasó, que ya no me importa, no duele. Pero hay días, como hoy, que me pregunto si fuimos nosotros, si es Él. ¿Por qué?
Aprendí a vivir sin necesitarlo, sin pedirle nada, sin contar con Él; pero sigo esperando que aparezca, que esté, que se preocupe.
Primer grado aprendo a escribir Papá, lo hago grande como si de esta manera pudiera llamarlo. PA-PÁ y lleno renglones y renglones y voy entendiendo que no, que no será y mi letra es cada vez mas chiquita hasta el punto que es simplemente una línea de hormiguitas negras sobre la hoja. Mi letra no lo llamó más, yo lo dejé salir de mi corazón y hoy no me entiendo, no lo entiendo, no lo perdono. No sé como resolverlo, como avanzar, como ayudarlo. Me odio a mi por no poder hacer nada y a Él por ponerme en esta situación desde que tengo conciencia.
Lo quiero mucho, poquito, nada.


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