domingo, 20 de noviembre de 2011

Una pinturita.

Amo. Amo con intensidad, con fuerza, con mi vida entera. Subo alto, tan alto (tal vez nunca de tan alto caí). Amo, amo con color, amo cantando y ¿cómo todo es tan perfecto?
Soy un montón de pinturas, creando y formando siluetas en un lienzo limpio. Somos una tabula rasa. Dibujo, pinto, invento a mi merced. Me deja, lo pinto. Me suelto; puede dibujar, desdibujar y crear de nuevo. Somos una pintura fresca, llena de color. Nos adaptamos a nuestras formas, nos mezclamos. Encajamos de una manera completa y perfectamente natural. Soy óleo y Él lienzo.
Amo. Corro. Grito. LLego al acantilado más alto, miro abajo, todo es perfecto, ideal, sencillo, abierto . Y así como en un momento estaba mirando, en el otro caigo (definitivamente nunca de tan alto cai) Creer que hay algo escondido, que hay algo mas allá. Boicot, auto. Y así no amar, no correr, no gritar. Tengo miedo, lloro y me escondo. ¿Qué pasaría si sí? Me miento. Desconfío. Caos y crisis.
Aparece Él; lienzo, pintor, profesor, piscólogo, médico, ingeniero, niñero, cocinero, policía, ladrón, lindo, lindo, lindo, y desconfias. No entendés porque alguien tan perfecto te quiere a vos que te transformaste en una persona chatita. Llorás. Te mira lleno de ternura (porque siempre te mira con ojos enamorados y con la sonrisa de quién le costó aprender a ser feliz) y no querés caerte delante de Él, no querés mostrarle tus heridas, lo débil que podes ser. No querés arruinar esa imagén linda que, quizás (y sólo quizás) Él se armó de vos. Entonces escondés todo dentro de tu coraza. Y te sigue mirando y empieza a hablarte y te perdés en sus palabras, en su mirada, en esa manera que tiene de tocarte los rulos y largas una palabra y sin querer, pero queriendo, te encontrás llorando, gritando y sacando las piedras de la mochila.
Amo. Amo con intensidad, con fuerza, con mi corazón entero. Confío, creo, espero. En Él, en mí, en nosotros, en esto que somos, en aquello que nos falta. Confío, creo y espero. Me cuesta, pero entiendo, aprendo y lo intento; no quiero caerme.
Él no se imagina un futuro sin mí y yo tampoco quiero imaginarme la vida sin Él.



Better served with:  Yann Tiersen - Comptine d'un autre été : l'après midi

No hay comentarios:

Publicar un comentario