No me gusta. No me llama la atención nada... Y de repente aparece, como si siempre me hubiese estado esperando de ese lado del mundo. Yo sonrio, porque yo siempre sonrio, y me mira y se rie y me toca un rulo. Se rió de mis chistes, me compró con chocolates y me abrió la puerta.. Porque todo es como debe ser... Y yo espìo desde acá, dónde ya no quedan colores, dónde alguna vez alguien si creyó en el amor, las rosas y el mar. Y espío y quiero y hasta creo que me gusta.
¿Cierro la puerta antes de irme?
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