martes, 22 de enero de 2013
1
"Los dos disfrutaban durmiendo juntos. Diría casi que el objetivo del acto amoroso no era para ellos el placer sino el sueño que venía después de aquél. Ella, en particular, no podía dormir sin él. (...) En sus brazos se dormía por más excitada que estuviera. Él le susurraba al oído historias que inventaba para ella, cosas sin sentido, palabras que repetía monótonamente, consoladoras o chistosas. Aquellas palabras se convertían en visiones confusas que la transportaban hasta el primer sueño. Tenía el sueño de ella totalmente en su poder"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario