Y aunque la que está en el pozo ahora soy yo, te grito desde adentro que estés bien, que vos podés, que vos querés. Y vos corrés en la superficie, reís en la superficie, y yo tonta y tiernamente, estúpida y heroicamente te aplaudo ritmos desde el pozo, mientras la tierra se me viene encima y la superficie casi me olvida y me voy haciendo nada. Ya nada para vos, nada más para cualquiera. Y vos te me vas yendo, pero corriendo, pero riendo con la sonrisa que siembre quise ver.
Ahora yo soy silencio y vos la risa que siempre intenté proteger.
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