jueves, 26 de abril de 2012

Holi.

Me nomí, me desperté y antes de nomirme de nuevo quiero escribir en algún lado sobre sensación que me queda después de estar con L. Esa sensación de que ¿para qué me obligo a pasarla no-tan-bien con gente que me cae menos-que-no-tan-bien? Esas ganas de reproducir en todas mis relaciones sociales la calidez y satisfacción que siento cada vez que me sonrie. Ese cosquilleo por dentro que me hace quedarme sonriendo 20, 30' después como una pava.
No quiero una mierda ir mañana. Después de estar con L me doy cuenta mil cosas de mí, de mí que me gustan: La paso tan bien conmigo y una peli. Tan bien conmigo y un libro o, más sencillo aún, conmigo y una cama con frazadas que no sé para que me invento situaciones que me generen estrés o fastidio.
Estuve pensando mientras me bañaba y mejor me quedo en casa, me baño con agua calentita, ceno algo rico y me acuesto bien bien tempranito. Y después le lloro a mamá para que me lleve al trabajo como el otro dia. Además mi novio ya está bajando la peli que quería ver. Ya fue.

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